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Bienvenidos al emplazamiento histórico de Andersonville. Este lugar fue autorizado por el Congreso en octubre de 1970 como parte del Servicio de Parques Nacionales. Durante muchos años, antes de esta autorización, el cementerio y la prisión eran administrados por el Departamento del Ejército. Entre los años 1890 y 1910, la prisión estaba al cuidado del Gran Ejército de la República, que era una organización de veteranos militares y su auxiliar, el Cuerpo de Asistencia de Mujeres, como un memorial para los prisioneros de Andersonville.

 

Andersonville en Georgia, era el lugar del campamento para prisioneros de guerra durante la Guerra Civil. De los aproximadamente 45.000 soldados de la Unión que estaban prisioneros en Andersonville, cerca de 13.000 murieron durante su confinamiento. Pero, ¿por qué tantos?

 

Ahora pueden salir de su lugar de aparcamiento. Este tour está diseñado para ayudarles durante su visita. Tengan la libertad de detenerse en cualquier momento y exploren por su cuenta.

Existen un número de exposiciones a lo largo de la zona de la prisión y están diseñados para ayudarles a entender la historia de Andersonville, por ello por favor salgan de sus vehículos para poder mirarlos. Cuando salgan de sus vehículos, por favor recuerden que deben parar el audio, para que cuando vuelvan, puedan continuar con el tour. Este tour está diseñado para una velocidad de 10 millas por hora. Por favor conduzca a esa velocidad para que los lugares que pasen puedan coordinarse con el tour que también tiene paradas numeradas. Cuando vuelvan del tour, la persona encargada en la recepción del museo podrá responder cualquier pregunta que puedan tener después de su visita.

 

En la señal de stop, giren a la izquierda. Por favor tengan cuidado con el tráfico que pueda haber antes de proceder.

 

Sigan las señales que llevan al lugar de la prisión. Por favor, paren en la zona derecha de la carretera en frente del monumento de Wisconsin, el cual estará a su izquierda. Esta será la parada del tour número 1.

 

Al comienzo de la Guerra Civil, ninguna de las partes estaba preparada para un conflicto que durara mucho tiempo. Las partes enfrentadas estaban convencidas de que ésta sería una guerra de corta duración. Por lo tanto, nadie consideró quedarse con los miles de soldados enemigos

 

que, eventualmente, serían tomados prisioneros. Al ver que la guerra continuaba, hubo una evidente y crítica necesidad de mantener a estos prisioneros. Al principio, los dos bandos usaron un sistema de libertad condicional, muchas veces incluso en el lugar de batalla. Los prisioneros se comprometían, por su honor, a no luchar más y a ir a sus hogares hasta el momento en que fueran intercambiados.

 

Este sistema poco a poco terminó fallando y viéndose impráctico, forzando a los dos bandos a mantener a sus prisioneros. Un sistema de intercambio formal de estos prisioneros fue creado en julio de 1862. El sistema fue gobernado por el Dix-Hill Cartel, que era un documento que especificaba la valía de cada soldado dependiendo de su rango. Sin embargo el documento creó muchas dificultades y pronto fracasó. Adicionalmente, la Unión descubrió que era ventajoso el no intercambiar soldados. Como resultado, grandes prisiones como Andersonville fueron establecidas.

 

Las primeras prisiones para los detenidos de la Unión estaban localizadas dentro o cerca de Richmond, Virginia, que era la capital confederada. En 1863 la cantidad de prisioneros en Richmond había crecido al punto de que estaba causando un desgaste en la cadena alimenticia de la ciudad. Richmond estaba siempre ante una amenaza de ataque y el General Robert E. Lee decidió que la presencia de los cautivos del norte podría ser usada en el caso de que un ataque ocurriera.

 

El gobierno confederado empezó a buscar lugares alternativos para las prisiones más tarde en el año 1863. Finalmente, Camp Sumter fue construido cerca de una comunidad en el suroeste de Georgia, en Andersonville, que tenía una población de 20 personas aproximadamente. Este lugar fue elegido por su cercanía al ferrocarril, la presencia de un arroyo para poder usarse como suministro de agua, la buena temperatura, la abundancia de materiales de construcción y la disponibilidad de comida en las zonas cercanas. Adicionalmente el suroeste de Georgia en ese momento estaba lejos de la zona de guerra.

 

En enero de 1864 esclavos AfroAmericanos que fueron tomados de las plantaciones cercanas empezaron a despejar los campos y terrenos. Durante las siguientes seis semanas, el sonido de las hachas, la caída de los árboles y el golpeo de las palas resonó mientras a la tierra arenosa le retiraron sus pinos altos. Cortaron troncos con una longitud de 20 pies, y los prepararon a mano para que pudieran todos encajar correctamente. La madera fue puesta verticalmente en una

 

zanja de 5 pies de profundidad. El diario de un prisionero mencionaba que el muro de madera era tan ajustado que, por la noche, no se podían ver las hogueras de los guardias a través del muro.

 

El primer grupo de prisioneros llegó el 24 de febrero de 1864, cuando sólo se habían completado 3 muros. El cuarto lado entre las dos puertas de entrada tenía que ser protegido con artillería hasta que el muro fue terminado. La prisión, de 16 hectáreas y media, estaba originalmente preparada para contener 6.000 prisioneros pero estaba construida para acomodar 10.000. Sin embargo, la población de esta prisión había remontado a 25.000 en junio. Una expansión de 10 hectáreas fue añadida en la zona norte del recinto y fue abierta el 1 de julio de 1864, lo que supuso que el tamaño de la prisión dentro de sus muros fuera de 26 hectáreas y media. El muro originario, en la zona norte de la prisión, estaba en una línea de este a oeste cerca del monumento de Ohio con forma de obelisco. Aunque 26 hectáreas y media parece una superficie muy grande, tengan en cuenta que eran 33.000 hombres confinados durante su momento de máxima capacidad en agosto de 1864. Adicionalmente, había 4 hectáreas más de tierra pantanosa a lo largo del arroyo que eran inhabitables. Todo esto llevó a una situación bastante confinada.

 

Al ir alrededor de la prisión, los postes de hormigón y los marcadores de piedra les mostrarán el contorno de la prisión ampliada. Los postes de hormigón internos marcan la localización de una pequeña barandilla de madera. Esta cerca básica, conocida como el límite (deadline), fue establecida por las autoridades de la prisión al final del mes de marzo de 1864 para hacer más difícil la posibilidad de escapar. Los guardas tenían órdenes de disparar a cualquier prisionero que osara traspasar el límite. Separados cada 80-100 pies, había 52 torres de seguridad llamadas por los prisioneros “dormideros de palomas”. Estas daban a los guardias una zona para observar el interior de la prisión. Aunque no sabemos el número exacto de personas asesinadas en la zona del límite, sí sabemos que muchas veces esto ocurrió.

 

Por favor continúen conduciendo alrededor de la prisión bajando la cuesta hacia el arroyo. La siguiente parada, número 2, está al final de la cuesta. Cuando lleguen allí, por favor aparquen en la zona de aparcamiento a su izquierda.

 

Dos compuertas, ambas localizadas en el muro de la zona oeste, daban acceso a la prisión. Cada una de ellas tenía dos puertas y formaban un pequeño cercado. Una de las puertas daba acceso a

 

la prisión y la otra al exterior. Una de ellas estaba siempre cerrada y las dos estaban protegidas todo el tiempo.

 

Los nuevos prisioneros entraban a través de la Puerta del Norte, localizada en el lado norte de la cuesta de la prisión, donde recibían su primer acceso a Andersonville. Antes de entrar, eran separados en grupos de 270 hombres, que luego serían divididos en escuadrones de 90 y 30 con el propósito de recibir las raciones de comida. Al lado izquierdo en la zona de la cuesta hay una reconstrucción de la Puerta del Norte y una sección del Muro del Oeste. John McElroy del grupo 16 de caballería de Illinois escribió acerca de su primera impresión de Andersonville:

 

“500 hombres agotados se movían lentamente entre las dos filas de los guardias. 500 hombres se movían en silencio hacia las puertas que cerrarían sus vidas y esperanzas para siempre en muchos de los casos. A un cuarto de milla desde el ferrocarril vinimos hacia un gran empalizado hecho de grandes troncos en forma cuadrada instalados verticalmente en la tierra. Los fuegos ardían y nos mostraban una parte de estos troncos y dos puertas inmensas con bisagras y tornillos de hierro. Estas se abrían mientras estábamos allí y pasábamos a la zona siguiente.

Estábamos en Andersonville”.

 

 

El arroyo, que pueden ver atravesando la zona de la prisión, se llama Stockade Branch, era el principal suministro de agua para los prisioneros, y fue una de las razones principales por las que la prisión se instaló aquí. De este pequeño arroyo los prisioneros obtenían agua para beber, bañarse y lavar su ropa. En adición a esto, los inodoros o restrooms, como los llamaban en esa época, estaban construidos a lo largo de este arroyo en la zona de bajada del río al lado del campamento.

 

El arroyo tenía un suministro de agua suficiente para los 6.000 o hasta 10.000 hombres a los que la prisión estaba diseñada a acoger . Sin embargo, con el exceso de personas, el arroyo fue rápidamente abusado. Desperdicios y basura procedentes de la zona de la cocina y de los campamentos de los guardias contaminaron el arroyo antes, incluso, de que el agua entrara en la prisión. En su búsqueda por un suministro de agua mejor algunos prisioneros encontraron manantiales salobres a lo largo de la ladera, e incluso excavaron pozos. Frecuentemente, los que encontraron agua la vendían a sus compañeros de prisión. John Ransom, uno de ellos, escribió en su diario el 18 de mayo:

 

“Algunos de los pozos, excavados por los Yankees, proveyeron agua aceptable, que fue una mejora comparada con el agua de pantano. El agua del pozo, que estaba muy solicitada, se vendía fácilmente por cualquier cosa que los prisioneros tuvieran para intercambiar”.

 

Durante el verano caluroso de 1864, la necesidad de agua de los prisioneros fue tan grande que empezaron a rezar a Dios para que los ayudase. En agosto, una gran tormenta transformó el arroyo de Stockade Branch en un torrente que se llevó parte del muro de la prisión. A la vez le dio al campamento un necesario lavado. De acuerdo con la leyenda, durante la tormenta, un trueno tocó suelo. Durante una investigación otro manantial fue descubierto donde ese relámpago había caído. Muchos prisioneros creyeron que esta era la respuesta a sus oraciones, se le llamó el Manantial de la Providencia.

 

John Ransom escribió el 13 de agosto, “ un manantial de agua fresca ha aparecido en el campamento. Casi suficiente para proveer a todos los aquí presentes con agua para beber. Dios no se ha olvidado de nosotros”. El edificio conmemorativo cerca del Manantial de la Providencia fue construido en 1901.

 

Ustedes pueden salir de sus vehículos y caminar a lo largo del manantial para verlo más de cerca, también pueden subir la cuesta para explorar la Puerta Norte que fue reconstruida. Recuerden que deben parar esta grabación para que cuando vuelvan esté preparada.

 

Continúen con el tour. Por favor, diríjanse al lado derecho de la carretera mientras se aproximan a las dos columnas de piedra que se encuentran a su izquierda. Esta es la parada número 3.

 

Localizada a la izquierda del puente está la zona de cocina. Esta fue originalmente dedicada a proveer a los prisioneros con comida. Sin embargo, y debido a la escasez de madera, ladrillos y utensilios para cocinar, esta cocina no estuvo preparada cuando el primer grupo de prisioneros llegó a Andersonville. Finalmente, cuando estuvo lista, el número de personas en la prisión ascendió mucho, por lo que esa cocina no estaba adecuada para esa cantidad. Muchas de las raciones estaban crudas, estropeadas o infestadas de insectos. Había mucha ansiedad por obtener comida, con muy poca variedad alimenticia lo que causó deficiencias severas. Este problema, combinado con las condiciones de superpoblación, acomodamientos inadecuados y deficientes condiciones sanitarias, llevó a las infecciones generalizadas de enfermedades y a un nivel alto de mortalidad entre los prisioneros.

 

Las columnas a su izquierda marcan la localización de la Puerta del Sur. Los prisioneros que murieron dentro de la zona fueron enterrados allí. Después los cadáveres fueron llevados al mortuorio, que se encuentra a su derecha. Este mortuorio fue construido simplemente con ramas de pinos. Allí es donde se dejaban los cuerpos hasta que fueran transferidos por los vagones al cementerio.

 

Era costumbre que los amigos de la persona muerta se quedaran cerca de él en la Puerta del Sur, lo que les daba la oportunidad de llevar a su amigo al mortuorio y, mientras caminaban, podrían recoger pequeños troncos de madera, que eran muy valiosos en tiempos de necesidad. Al menos un hombre intentó escapar al pretender estar muerto y ser llevado por sus amigos al mortuorio. Charles Mosher, del regimiento 85 de Infantería en Nueva York, escribió en su diario el 16 de junio:

 

“Han habido varios casos en los que un yanki ha pretendido estar muerto, y sus amigos ataron una tela alrededor de su cabeza para mantener la mandíbula en su lugar, ataron sus dedos de los pies juntos, prendieron un papel en su ropa con su nombre, compañía y regimiento; y luego de una manera solemne, llevaron al pobre hombre al mortuorio. Pero el yanki tenía un ojo abierto y buscaba la oportunidad, cuando los guardias no estaban presentes, para poder salir silenciosamente del lugar de los muertos y escapar hacia las fronteras de la Unión”.

 

Por favor, continúen con el tour. A la derecha, en la cima de la cuesta está el Fuerte Estrella, que fue el principal terraplén en el sistema de fortificación alrededor de la prisión. Cuando lleguen a la parte superior de la cuesta, por favor, paren sus coches en la zona de aparcamiento al lado del Fuerte Estrella y la pasarela entablada. Esta es la parada número 4.

 

Temiendo que el ejército del General Sherman atacaría y liberaría a los prisioneros federales, el comandante del Campamento Sumter, el General John Winder, ordenó la construcción del Fuerte Estrella y otras fortificaciones hechas de tierra al final de julio y agosto. Estas fortificaciones fueron construidas muy rápidamente por los guardias de la prisión y esclavos.

Además de estas fortificaciones, otra pared empalizada fue edificada y una tercera se comenzó. Esta tercera fue llamada el “camino cubierto” y, aunque nunca se terminó, conectaba las fortificaciones de los lados norte y este de la prisión. En el caso de un ataque, este muro permitiría a los guardias confederados ir de una fortificación a la otra sin poder sufrir un ataque directo.

 

Aunque el ejército del General Sherman continuó su camino hacia la zona del mar, uno de los oficiales de su grupo de caballería, el General George Stoneman, intentó liberar a los prisioneros aquí. Este intento fue impedido cuando él y otros 500 de sus hombres fueron capturados el 31 de julio de 1864 en Hillsborough, Georgia, aproximadamente 60 millas al norte de la prisión. Había en el fuerte 5 armamentos apuntando siempre a la zona empalizada. Estas armas eran muy efectivas para supervisar y proteger la zona al norte de Stockade Branch. Adicionalmente, un pequeño reducto al oeste de la Puerta Norte tenía tres armas que protegían la zona sur de Stockade Branch. Los prisioneros sabían que el cañón podía disparar el recinto con botes de metralla muy rápidamente. Afortunadamente, esta medida drástica nunca fue requerida.

 

Por favor dirija su atención al campo abierto al lado opuesto del Fuerte Estrella, el lugar del hospital, que tenía 22 naves, de un tamaño cada una de 100 pies de largo y 22 pies de ancho para acomodar a 50 pacientes. Era una gran mejora comparada con los 2 hospitales que precedieron, donde los enfermos estaban en tiendas de campaña. Sin embargo, esto era mucho mejor para los pacientes que para los prisioneros que estaban en la zona empalizada. Las enfermedades eran más prevalentes al tiempo que la población en la prisión crecía. Era evidente que la falta de instalaciones médicas apropiadas y la deficiencia de suministros médicos fue un problema crítico. Los doctores tuvieron que usar su propio ingenio y remedios caseros improvisados para sustituir los medicamentos que no podían obtener. Solon Hyde, un prisionero que obtuvo la libertad condicional y que trabajaba como enfermero, escribió después de la guerra:

 

“El suministro de medicinas era escaso. Había sólo una cantidad limitada de quinina, opio y otras mezclas mercuriales, principalmente hierbas y raíces como por ejemplo frutas de sumac, corteza de roble blanco, fresno espinoso, aliso espinoso, corteza de sauce y cornejo, raíz de serpiente, bayas de enebro y hierbas de sello de oro. Todas estas llegaron y fueron empaquetadas por la dispensería médica confederada en Macon, Georgia”.

 

Pueden salir de sus coches y caminar hacia el Fuerte Estrella. Por favor ayúdenos a preservar esta magnífica estructura y usen las pasarelas o zonas para caminar. Les rogamos que no se suban a los lados del terraplén porque esto podría causar erosión. Recuerden que pueden pausar esta grabación ahora para que pueda estar preparada para continuar cuando regresen.

 

Por favor continúen con el tour. Salgan de la zona de aparcamiento y continúen circunvalando la zona de la prisión a su derecha.

 

Mientras conducen a lo largo de la zona sur del muro de madera, dirijan su mirada a la izquierda y podrán encontrar un poste blanco en la bajada de la cuesta. Este poste marca el lugar donde 6 “Raiders” fueron ahorcados. La falta de orden y las condiciones superpobladas de la prisión permitieron que se formaran grupos de ladrones. Como no había un grupo organizado de policía, estos grupos llamados “Raiders”, tenían mucho poder. Se encontraban en la zona sur donde terminaba el muro de la prisión. Teniendo en cuenta que había que tomar medidas para controlar estos grupos ilegales, los prisioneros se pusieron de acuerdo y crearon una policía informal llamada “los Reguladores”. Con la colaboración del Capitán Henry Wirz, los Reguladores finalmente obtuvieron la ventaja y capturaron muchos de los miembros de los Raiders. Los 6 líderes fueron encontrados y juzgados por un jurado de 24 sargentos de la Unión. Un prisionero actuó como abogado para la defensa. El Capitán Wirz proporcionó libros de leyes para asegurar que la justicia fuera aplicada y todos los procedimientos fueron anotados. Después de que se les declarara culpables, los 6 hombres fueron ahorcados el 11 de julio de 1864. Después de su ejecución, el grupo de los Reguladores continuó con su tarea para mantener al menos cierto grado de orden.

 

Detrás de los terraplenes y más adelante está el lugar del hospital provisional, usado después de que el hospital originario localizado dentro de los muros de la prisión fuera abandonado, y mientras se esperaba a la construcción de la nave hospital a la que nos hemos referido antes. Al moverse de localización de las tiendas de campaña que servían de hospital y que estaban dentro de los muros de la prisión, se dejó mucho más espacio libre lo que facilitó mejores condiciones para los pacientes.

 

Mientras se aproximan al puente verán la parada número 5, que muestra una reproducción de la foto de agosto de 1864 de las letrinas, en terminología moderna.

 

Estas letrinas contribuyeron a la polución del agua para los prisioneros porque se encontraban localizadas sobre el arroyo. Esta agua contaminada propició la aparición de enfermedades como la diarrea, disentería y fiebre tifoidea. Si quieren examinar la foto de cerca, por favor paren esta grabación.

Ahora les rogamos que continúen su trayecto subiendo la cuesta hacia la parada número 6. Esta exhibición contiene la fotografía tomada en agosto de 1864 y muestra las condiciones en que vivían los prisioneros. Las autoridades confederadas no facilitaron materiales de

 

construcción, por lo que los individuos fueron dejados sólos para usar lo que tuvieran a su alcance. Como resultado de esto una mezcla de tipos de refugios fueron construidos, tan simples o elaborados como el constructor decidiera, dependiendo de su imaginación y los recursos que tuviera. Mantas, carpas y piezas de ropa fueron usados para crear cobertizos rudimentarios.

Estos tinglados o shebangs, como los llamaban los prisioneros, sólo ofrecían un refugio muy pobre. Amos Stearns describió en su diario uno de los refugios de un amigo:

 

“El refugio de Champney consistía en dos mantas del ejército ajustadas con clavijas de madera e instaladas en forma de letra A, que con un poncho al final, era un refugio cómodo comparado con lo que tenían la mayoría de los prisioneros”.

 

Cuando vean la fotografía, comparen las vistas que muestran con lo que ven hoy en día mirando al norte. Pueden parar el tour, si lo desean, para seguir comparando.

 

Por favor, continúen el tour hacia la parada número 7. Mientras están en esta parada pueden examinar en más detalle la esquina noreste de la prisión que fué replicada al igual que los refugios.

 

Para suplementar las raciones escasas muchos hombres establecieron tiendas para distribuir cualquier producto que pudieran obtener o preparar, o cualquier servicio que pudieran desempeñar. Estos hombres de pequeños negocios se ocupaban principalmente de las necesidades vitales. No todos los prisioneros tenían los recursos para establecer un negocio. Sin embargo, la mayoría de ellos encontraron algo para ocupar el tiempo libre durante su cautividad. Aunque era común practicar cualquier actividad que ofreciera un alivio del recordatorio diario de ser un prisionero de guerra, la preferida era el pensar en la escapada. Para muchos, la única esperanza para poder escaparse era a través de túneles. Robert Kellogg, un prisionero de Connecticut, recordaba en sus memorias:

 

“La tarea de abrir un túnel ha estado ocurriendo silenciosamente, y esperamos mantenerlo en secreto lejos de los ojos de los rebeldes, pero de alguna manera ellos lo descubrieron, porque el oficial de intendencia de los rebeldes vino con sus hombres y las necesarias herramientas y relleno el lugar, de esta manera destruyendo una esperanza más”.

 

Por favor, continúen a la parada número 8, en el lugar de aparcamiento adelante a su derecha. Mientras conducen a esta parada, miren las pequeñas cercas de hierro a su izquierda. Dentro de ellas están los restos de los túneles de escape y los pozos.

 

El escape era difícil por el alejamiento de Andersonville de donde estaban las líneas de la Unión y por la eficacia del uso de perros para encontrar a los escapistas. Durante la existencia de la prisión, solo 329 prisioneros pudieron escapar con éxito. Muchos de ellos lo consiguieron durante su tiempo de trabajo o infringiendo sus libertades condicionales mientras trabajaban fuera del recinto.

 

El Campo Sumter existió durante 14 meses. Con la liberación de prisioneros al fin de la guerra el muro de la prisión poco a poco se pudrió, pero la historia de Andersonville continuó.

 

Andersonville se ha convertido en un nombre muy conocido en el norte. Fue una de las prisiones militares Confederadas más grande y tenía un número de fallecidos muy alto. Las emociones se elevaron al máximo cuando los prisioneros liberados llegaron a sus hogares y contaron sus historias. La gente del norte se enfureció. Como el General John H. Winder, comandante del puesto, había muerto antes del final de la guerra, toda la responsabilidad de Andersonville cayó en las manos del Capitán Henry Wirz. Wirz, comandante de la zona interior de la prisión, fue juzgado por un tribunal militar en Washington D. C. El inmigrante suizo fue declarado culpable de conspiración y daño a la salud y vida de prisioneros Federales, y del asesinato en infringimiento de las leyes de guerra. Fue ahorcado el 10 de noviembre de 1865. Aunque hubo muchas declaraciones, sobre todo por parte de antiguos prisioneros furiosos, parece que no hubo delito de conspiración. El Capitán Wirz mencionó que sólo seguía las órdenes de sus superiores, y que no podía obtener la comida y suministros necesarios para el cuidado de un número tan grande de prisioneros. El fiscal en su juicio hizo un gran esfuerzo para entender cómo un hombre pudo permitir tales atrocidades, esta es una pregunta que, incluso hoy en día, se mantiene en las mentes de mucha gente y en la conciencia de la nación entera.

 

Andersonville se ha comparado frecuentemente con muchas otras de las prisiones de la Guerra Civil. Pero ¿Se pueden comparar? Todos los campamentos de prisioneros eran lugares horribles, y en cualquier momento tuvieron condiciones similares.

 

En el Campamento Douglas en Chicago, Illinois, el 10 por ciento de los prisioneros Confederados murieron durante un mes muy frío ; y la Prisión de Elmira en el estado de Nueva York, con un nivel de mortalidad del 25 por ciento, casi igualó al de Andersonville. Cada una es una parte de las peores tragedias de nuestra nación. El prisionero de la Guerra Civil John Ransom escribió en su diario en junio de 1864:

 

“Hace años leí cosas sobre los prisioneros de la Guerra de la Revolución y otras guerras. Era noble y heróico el ser un prisionero de guerra, y los relatos sobre sus aventuras eran muy románticos. Pero el romance ha sido eliminado del tema de los prisioneros de guerra. Es un fraude”.

 

Aquí pueden salir de sus vehículos, si lo desean, para mirar los pozos y túneles de escape. Pueden también encontrar un monumento erigido por su propio estado. Por favor, recuerden que deben pausar o parar esta grabación ahora para que esté preparada cuando vuelvan.

 

Andersonville Lugar Histórico Nacional conmemora a todos los prisioneros de guerra de toda la historia de la nación. Los monumentos de los estados, los pozos y túneles que fueron excavados por los propios prisioneros, además del Cementerio Nacional son monumentos para estos prisioneros. El propósito de un monumento es, no sólo conmemorar el pasado, sino educar en el presente.

 

Esto finaliza el tour del lugar de la prisión. Salgan de su lugar de aparcamiento, conduciendo hacia su izquierda. En la intersección, tendrán la opción de continuar con el tour del Cementerio Nacional de Andersonville o retornar al Museo. Si desean realizar el tour del Cementerio continúen hacia la señal que dice “Cementery Tour Begins” y párense. Continúen con el tour cuando la narración comience.

 

Si no desean realizar el tour del Cementerio, por favor paren ahora y vuelvan al Museo. Muchas Gracias.

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Duration:
26 minutes, 53 seconds

This is a 30-minute narrated Spanish driving tour of the prison site that can be downloaded and burned to disc or .mp3 player.

 
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A Story in Stone

NPS/C. Barr

A Story in Stone is a video series that highlights stories of some of the more than twenty thousand individuals buried in Andersonville National Cemetery. These videos are written, filmed, and produced by park staff and volunteers. These videos can be found here.

 
 
 
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Last updated: September 9, 2025

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